Entre las alturas de los Andes peruanos, se encuentra esta joya de la naturaleza. Vegetación por doquier, cumbres heladas y lagunas que adornan paraísos naturales. La región de Pasco tiene todo para el deleite de sus visitantes, esos que están dispuestos a descubrir un mundo totalmente nuevo. 

Un mundo que, incluso, tiene un pedacito de Europa en sus tierras. ¿No crees que sea realidad? ¡Pues entonces tienes que hacer turismo vivencial en Pozuzo! En este distrito de la provincia de Oxapampa (capital de Pasco), existe una colonia con más de 150 años de antigüedad, fundada por austriacos y alemanes. La armonía entre ambas culturas transformó esta zona de Pasco en un punto recurrente para los amantes de lo extravagante: estás andando por los Andes peruanos y, de pronto, parece que te trasportaste a Europa occidental.

Las casas, que están inspiradas arquitectónicamente en las edificaciones de los lugares de origen de los inmigrantes, contrastan muy bien con la naturaleza que rodea la zona. La economía de Pozuzo se basa en la ganadería, arte, textilería, entre otros. Sin embargo, sigue siendo el turismo su mejor arma: además del turismo vivencial, ofrecen recorridos por sus aldeas, en las que puedes visitar la Capilla San José de Pozuzo, el Puente Colgante Emperador Guillermo I o el Museo Schafferer, donde puedes apreciar objetos como herramientas y utensilios, y pertenencias de sus antiguos aldeanos.

En el mismo Oxapampa puedes visitar la Iglesia Santa Rosa, que está construida en su totalidad de madera. También, pasear por el barrio tradicional de Miraflores, uno de los más antiguos de Oxapampa. O conocer la planta lechera Floralp, donde enseñan el proceso de producción de los productos lácteos. Otra industria en la que Pasco resalta es la del café. Uno de las mejores regiones productores del Perú es la Villa Rica, cuna de la etnia Yanesha, donde también se producen piñas y rocotos. Esta locación es una de las preferidas por los viajeros para realizar ecoturismo.